Diabetes Tipo II: Posibles causas y diferencias entre diabetes tipo I y II
Diferencias entre diabetes tipo 1 y 2
En primer lugar debemos aclarar ciertos conceptos como son las diferencias entre los tipos de diabetes.
El tipo I es una enfermedad autoinmune crónica, caracterizada porque el páncreas no genera insulina, la hormona que regula la glucemia; y de ahí, que las personas que la padecen sean insulinodependientes. Por lo general, se diagnostica en niños y jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad. En total, la diabetes tipo I representa entre el 6% y el 8% del total de personas con diabetes en el mundo.
La tipo II, se caracteriza por “la resistencia a la insulina” de hecho también se la conoce por este término. Aquí, el funcionamiento del páncreas no tiene ningún problema inicial. La diabetes mellitus tipo II es una enfermedad crónica que actúa de forma progresiva y que constituye el tipo más común de diabetes. De hecho, es diez veces más frecuente que la diabetes tipo I. El mecanismo de acción de nuestro organismo cuando hay niveles altos de azúcar en sangre, provenientes principalmente de los carbohidratos que comemos, los cuales son detectados por nuestra hipófisis que da la orden al páncreas indicándole que genere una hormona denominada “insulina” para bajar esos niveles de azúcar en sangre y transportarlo; de no ser así, podría peligrar incluso nuestra vida. Esto hace que esta hormona tenga un gran protagonismo, siendo una de las hormonas más importantes de las que disponemos en nuestro organismo.
Ahora bien, su mecanismo de acción es el siguiente; todas las hormonas de nuestro cuerpo deben ligarse a un receptor, si no es así dicha hormona no puede entrar dentro de la célula depositando ese azúcar, pues bien, en la resistencia a la insulina o diabetes tipo II lo que pasa es lo siguiente, al tener tantos niveles de azúcar altos durante meses y años, y por tanto niveles también altos de insulina constantes, eso nos lleva a que la propia célula vaya quitando dichos receptores que se encuentran en su membrana para protegerse, haciendo así trabajar más al páncreas para producir más insulina y bajar los niveles de glucemia en sangre, lo que, a la larga, llevará a una disfunción de dicho órgano, funcionando cada vez de forma más ineficiente por todo el proceso contado.
Posibles causas que provocan la Diabetes tipo II
Ahora que conocemos el mecanismo de funcionamiento de esta patología, debemos conocer los factores principales que nos llevan a ella (dentro de que pueda existir una mayor predisposición genética como en todo), pero los más relevantes son estos:
Nutrición
Aunque el antiguo paradigma nos ha hecho ver que debemos comer 5 y 6 veces al día, está comprobado que para este tipo de patología, eso no ayuda por dos motivos: 1) que creamos constantemente esos pico glucémicos varias veces al día y 2) porque no favorecemos la flexibilidad metabólica (trabajar de otros sustratos energéticos como la grasa o nuestras propias reservas de glucosa acumuladas en hígado y músculo, denominada glucógeno). Todo esto sumado a una dieta rica en alimentos y bebidas ultraprocesados, con alta carga de azúcar refinado, polialcoholes, edulcorantes o grasas hidrogenadas, dará como resultado la aparición de la resistencia a la insulina.
Sedentarismo
El propio movimiento (caminar, subir escaleras, movernos en general) hará quemar más azucares circulantes y por tanto regular mucho mejor eso niveles en plasma.
Mala composición corporal
- FALTA MUSCULATURA. La masa muscular es crítica, ya que junto al hígado, es nuestra gran reserva de glucosa. Esta, se almacena en forma de glucógeno y es nuestra reserva a la hora de movernos o realizar ejercicio físico y sin necesidad de glucosa circulante y, por tanto, de insulina. Nos permite hacer actividad física sin la necesidad de ingerir ningún alimento, además de ayudarnos a tener niveles de grasa bajos ya que el excedente de carbohidratos procedentes de la dieta ya no se transformaría en grasa, sino en glucógeno.
- EXCESO DE GRASA CORPORAL. Está estudiado que con un perímetro abdominal superior en hombres a 102 cm y en mujeres a 88 cm, ya existe una resistencia a la insulina (además de otras muchas patologías relacionadas con el síndrome metabólico), por tanto, mantener unos niveles bajos de grasa en el organismo y, principalmente, en torno a la zona abdominal, es clave para no sufrir esta patología.
Por lo que, tanto el prevenir esta posible patología como el intentar revertirla, principalmente pasa por hacer cambios significativos en el estilo de vida, especialmente a nivel nutricional y de actividad física, ya que, como hemos visto, esa resistencia a la insulina no terminará ahí y posiblemente nos afectará a otros aspectos de nuestra salud y, por tanto, a nuestra calidad de vida.