Procesos oncológicos
Según La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC),
“El cáncer es el problema sociosanitario más importante de España y del mundo. Según nuestro observatorio se prevé que para 2030 haya más de 330.000 nuevos casos en nuestro país, con un nuevo diagnóstico cada 1,8 minutos. Esto significa que una de cada tres mujeres y uno de cada dos hombres tendrán esta enfermedad a lo largo de su vida”.
DEFINICIÓN DE TUMOR
El cáncer es un grupo de enfermedades causadas por mutaciones de los genes que regulan la
mitosis y el ciclo celular. Cuando la mitosis no está regulada, se produce una división celular
descontrolada y, como consecuencia, se desarrolla un grupo de células anormales llamado
tumor. Los tumores pueden desarrollarse en cualquier tejido u órgano del cuerpo y pueden
tener diferentes características y comportamientos según su naturaleza. Existen dos tipos de
tumores: malignos o benignos.
Los tumores benignos son crecimientos no cancerosos que no se propagan a otros tejidos ni
invaden órganos cercanos. Estos tumores generalmente tienen un crecimiento lento y no
representan una amenaza para la vida del individuo. Algunos ejemplos comunes de tumores
benignos son los fibromas uterinos, o los liposomas.
Por otro lado, los tumores malignos, son crecimientos cancerosos que tienen la capacidad de
invadir tejidos circundantes y propagarse a otras partes del cuerpo a través de metástasis.
Estos tumores pueden tener un crecimiento rápido e incontrolado y representan una amenaza
para la salud y la vida del individuo afectado. Los tumores malignos pueden surgir en
diferentes órganos y tejidos, como los pulmones, el colon, la mama, el páncreas, próstata,
hígado y muchos otros.
¿POR QÚE SURGE UN TUMOR?
La mayoría de células de nuestro cuerpo cumplen el mismo proceso, nacen, envejecen o se dañan, mueren, y las células nuevas las reemplazan. A veces este proceso no sigue este orden y las células anormales o células dañadas luchan por sobrevivir y no cumplen el proceso de muerte normal (denominado apoptosis) y se multiplican cuando no deberían, produciendo así el temido cáncer, una propagación de este tipo de células en un tejido u órgano.
Las células cancerígenas no se parecen, ni en apariencia ni en actividad, a las células normales, pues el cáncer resulta de varias alteraciones dañinas que sufren algunos genes. Como consecuencia las células cancerígenas actúan de manera anormal. Estos cambios son manifestaciones de una o varias modificaciones al ADN (mutaciones) de las células. Ya que muchos factores son capaces de causar una mutación, hay un número igual de grande de
causas que puedan producir un cáncer.
El desarrollo del cáncer es un proceso con varios pasos. A la medida que las células van presentando más anormalidades, adquieren más habilidades, como la capacidad de secretar factores de crecimiento y enzimas digestivas. Como resultado, las células continúan su división y afectan a las células normales que se encuentran alrededor, lo cual puede reducir el rendimiento del órgano afectado.
COMPORTAMIENTO DE UNA CÉLULA TUMORAL
De una forma muy resumida el comportamiento de una célula cancerosa y una normal es diferente; la célula cancerosa se desarrolla principalmente en un ambiente más anaeróbico y por tanto más acidificado y predominantemente glucolítica, es decir, prefiere como suministro energético la glucosa.
Por tanto la célula tumoral se verá obligada a captar enormes cantidades de glucosa. Este incremento de la vía glucolítica se conoce como “efecto Warburg” y fue propuesto por su descubridor como la causa del cáncer. Warburg se basaba en una función mitocondrial alterada en las células tumorales. Había observado que las mitocondrias de dichas células suelen ser más pequeñas y con defectos morfológicos. De esta manera justificaba que el proceso de la glucolisis -el piruvato- no permitiese que la glucosa entrase en ellas y que la asimilación de ésta no pudiese seguir el camino habitual, desviándose hacia una producción del ácido láctico.
Aunque estudios actuales han comprobado que en algunos tumores existen tanto células con predominio de un metabolismo desviado hacia el ácido láctico, como células con predominio de un metabolismo oxidativo clásico.
Las condiciones de hipoxia y de acidosis reinantes en un tumor, no sólo contribuyen a la progresión del tumor primario, sino que también pueden favorecer la formación de metástasis.
QUÉ MOTIVOS PRODUCEN DICHAS MUTACIONES
Como en casi todas las enfermedades, el origen puede ser multifactorial, pero aunque la herencia genética que arrastramos cumple un papel importante, se considera que la probabilidad de esta está en torno a 5-6%, y que la gran parte de lo que realmente hace despertar ese “oncogen” o surgir esa mutación, depende más de la parte epigenética que la compone:
-FACTORES AMBIENTALES. Exposición a radiaciones de todo tipo (antenas, wifi, aparatos electrónicos, maquinaria, tóxicos ambientales, metales pesados, productos químicos icluídos
en cremas, maquillaje, alimentación…).
-EXCESO DE RADICALES LIBRES. Producidos por la dieta, el ejercicio físico, la excesiva
exposición solar…
-ALIMENTACIÓN. Como hemos visto, una dieta rica en carbohidratos y por tanto en glucosa, favorece un suministro a un posible tejido tumoral, además de favorecer una inflamación sistémica y una resistencia a la insulina. Por otro lado, los disruptores endocrinos (aditivos, conservantes, edulcorantes artificiales…) y la falta de micronutrientes y macronutrienes, también propician el estado deficitario en nuestro sistema hormonal e inmune.
-DEFICITARIO SISTEMA INMUNITARIO. Al final tenemos que considerar al sistema inmune como nuestros “policías” del cuerpo, siendo estos los que se encargan de detectar esas posibles células cancerígenas y de eliminarlas.
-INFLAMACIÓN DE GRADO BAJO. Además de crear un caldo de cultivo para estas posibles mutaciones, una inflamación de grado bajo en nuestro cuerpo hará que nuestro sistema inmunitario esté debilitado y cubriendo zonas de nuestro organismo en las que no debe estar, dejando vía libre en otras áreas, para el desarrollo de estas mutaciones.
-ESTILO DE VIDA. La falta de descanso de calidad, el estrés mantenido, el déficit de masa muscular (sarcopenia), el sedentarismo, la poca exposición a la luz solar, etc. influyen muy significativa y negativamente en el posible desarrollo de un cáncer.
-DEFICIENCIA DE CIERTOS TIPOS DE GENES QUE CONTROLAN LAS MUTACIONES. Hay genes responsables de controlar las posibles alteraciones que suceden todos los días. Por ello, estos deben encontrarse en una cantidad y estado óptimos.
CONCLUSIÓN
Por tanto, conociendo tanto las posibles causas que producen un tumor como su comportamiento, esta es la forma en la que deberímos tratar su abordaje para su prevención y su posible desarrollo.