Enfermedades Autoinmunes
Una definición sencilla y breve de lo que sería una enfermedad autoinmune sería, aquella condición patológica en la cual el sistema inmunitario se convierte en el agresor de nuestro propio organismo, atacando y destruyendo por error a los propios órganos y tejidos corporales sanos.
TIPOS MÁS COMUNES
Hay muchísimos tipos de enfermedades autoinmunes aunque citaremos los más comunes:
– Celiaquía
– Tiroiditis de Hashimoto
– Artritis reumatoide
– Fibromialgia
– Esclerosis múltiple
– Psoriasis
– Lupus eritematoso sistémico
– Enfermedad de Crohn
– ELA
EL ORIGEN DE LAS ENFERMEDADES AUTOINMUNES
Aunque todos estos tipos de patologías tienen un origen común, que es la desregulación del sistema inmunitario que lleva a esa enfermedad autoinmune, cada de una de ella tiene sus características propias y, por tanto, su abordaje debe de ser individual para cada una, teniendo en cuenta las individualidades de la misma y las particularidades del sujeto (tipo de enfermedad, grado de la misma, edad, sexo, ambiente en el que vive…). Pero sí podemos citar un elemento común que comparten todas ellas y, este es, esa información errónea de lo que es bueno o malo, por una parte, de nuestro sistema inmunitario, y que le lleva atacar diferentes tejidos o glándulas de nuestro organismo. Para ello, debemos entender que además de una posible predisposición genética, en todos estos pacientes suele haber un caldo de cultivo que ha llevado a dicha alteración de ese sistema inmunitario (que debe de estar justo para todo lo contrario, es decir, para defenderemos de posible patógenos: virus, baterías, hongos, parásitos…, o de propias células que hayan sufrido una mutación y nos puedan producir un tumor). Algunas de las causas suelen ser:
- Estresores exógenos que dañan nuestro tubo digestivo y nuestra microbiota.
- Inflamación de grado bajo que hace nuestro sistema inmunitario nunca descanse.
- Déficit de linfocitos T reguladores (Tregs) que modulan esa respuesta del sistema inmune.
- Falta de exposición a estresores horméticos, calor-frío, bacterias, virus, hongos, diferentes tipos de alimentos, falta de ejercicio, lo que lleva a un sistema inmunitario más preparado y con una respuesta adecuada a la amenaza.
- Falta de una macronutrición y micronutrición adecuadas para una buena formación de ese sistema inmune.
Causas principales
– Obesidad
– Sedentarismo y caquexia
– Alimentación inadecuada con estresores dañinos en nuestra dieta, (gliadiana del gluten, caseinatos de lácteos, azúcares, lectinas de legumbres y alguna verduras).
– Falta de descanso del tubo digestivo.
– Mal cuidado y estado de nuestro intestino y, por tanto, de nuestra microbiota. Todo ello nos llevará a una disbiosis.
– Distrés, o lo que es lo mismo, estrés crónico mantenido.
– Uso de algunos fármacos.
– Consumo de alcohol, tabaco, café, drogas.
– Falta de descanso.
Soluciones
Como siempre hablamos, la solución pasa, principalmente, por un cambio en el estilo de vida y de todos los pilares que lo acompañan:
- Deporte: existe ya muchísima evidencia científica de que la práctica deportiva regular combinada con entrenamiento aérobico y anaeróbico, nos ayuda a tener un sistema inmune más equilibrado y fuerte, además de influir en el estado de nuestro intestino y de nuestra microbiota.
- Alimentación y suplementación adecuadas en macronutrientes y micronutrientes.
- Descanso, sin él, la adquisición del resto de factores es complicada, ya que es donde se regulan todos los citados anteriormente.
- Control emocional, el estado de nuestro sistema nervioso influye en gran manera, ya que el intestino y el cerebro están conectados constantemente mediante el sistema nervioso entérico y, esa comunicación, es bidireccional; por tanto, una parte siempre va a influir en la otra y viceversa.
- Una buena composición corporal, tener una buena masa muscular y un índice de grasa bajo influye en montón de factores de nuestro sistema inmunitario. Igualmente, tener esos parámetro invertidos, nos influirá de manera negativa; es decir, el exceso de grasa corporal nos llevará a esa inflamación crónica de grado bajo citada anteriormente, el cual es uno de los motivos que estresan a nuestro sistema inmune.
- Introducción de estresores horméticos, como los citados anteriormente.
- Vivir a favor de nuestra fisiología y no en contra de ella, y todo pasa por conocerla.
- Cuidado de nuestro tubo digestivo, ello pasa por quitar esos estresores que lo dañan y recuperar esa barrera natural.
- Tener una microbiota diversa y cuidada en cepas de calidad, que nos ayuden a tenerla en buen estado y, por ende, a tener un sistema inmune equilibrado.
Conclusión
Debemos darle la importancia que tiene a este tipo de patologías, ya que una vez que se desregula el sistema inmunitario es muy posible, si no se intenta corregir, que muchos de los parámetros comentados anteriormente no se queden en esa patología si no que, en el futuro, puedan derivar en alguna otra patología autoinmune más. Todo esto pasa por un tratamiento integrativo el cual dé un equilibrio interno en muchos parámetros.